A una entrevista no se va a pedir trabajo ni a hablar de uno mismo
Qué difícil es librarse de los tics de pasividad en las entrevistas de trabajo. Los encontramos hasta en candidatos a salarios de seis dígitos. Aunque usted sólo luche por superar los 40.000 € SAB, ese muro levantado después de la devaluación salarial española, le recomendamos revisar su estilo de entrevista. La entrevista más pasiva El entrevistador es visto y tratado como quien ‘concede’ trabajos a las ‘experiencias’ más adecuadas. Él es quien hace las preguntas y juzga. El candidato asume que no interviene en su venta. El candidato ha pedido trabajo al enviar el CV, va a buscarlo. Asiste a la entrevista a ver qué le cuentan y qué quieren que haga. Al oír un “hábleme de ud.” dispara la versión automática de su vida profesional que todos llevamos dentro. Va sin preparación específica. No la necesita, su discurso es el mismo siempre, como corresponde a una estrategia comercial de colocación de producto. Se entrevista a ciegas, el CV fue enviado a anuncio sin empresa, sin salario y sin funciones específicas. Es una entrevista incómoda y estresante, …