Cómo aterrizar la venta de uno mismo
En el mercado laboral se ‘vende’ de todo, experiencia, títulos, actitudes, aptitudes, pasión, storytelling, potencial, marca personal… Hay cheerleaders para jalear cualquiera de los conceptos que ‘hay que vender’. No olvidemos que los cheerleaders calientan a los espectadores; no a los jugadores. Perogrullo decía que es más fácil vender lo que ‘se compra’ y a los que compran, que son otros. Las empresas tienen problemas, todos de negocio, de dinero, y lo que compran, copian o crean son soluciones o promesas de solución, evitándose la nómina siempre que pueden. Podría ser, pues, que competir con experiencias de solución ‘creíbles’ y ‘relevantes’ nos situaría por delante de ‘los calientes’ en la fila de candidatos. ¿Qué es un proceso de selección, y la entrevista en particular, sino un artefacto de un contratista para descubrir tras el marketing del candidato esas experiencias ‘creíbles’ y ‘relevantes’? ¿Por qué no empezar por ahí?