Otra invitación al autogobierno profesional. En esto del sobrevivir y progresar profesionalmente también estamos sometidos a la tiranía del marketing. Lo sufrimos en tres ámbitos.
El marketing, el de los negocios ajenos, ubicuo, intrusivo y seductor en extremos no imaginados desde que es digital, intenta y consigue que confundamos sus negocios con el nuestro, siempre en su favor, nublando nuestro consentimiento.
El negocio del marketing personal baja tan desbordado desde hace tiempo que ha arrasado el dique que le contenía ante la venta. Prepotente, se propone como autosuficiente y nubla el mismo concepto de venta, el cara a cara con alguien, cliente o empleador, offline, en la intimidad, donde rematar la negociación y cerrar o no un acuerdo. Al marketing no le interesan los clientes que cierran. El dique sigue ahí, tras la niebla.
El marketing se quiere cargar al dato, tragarlo, digerirlo, monetizarlo y disparar los residuos como conceptos a añadir a la niebla de conceptos con la que ocultar precisamente el dato, la realidad, el duro día a día de los negocios, no de los modelos. El marketing personal profesional, cada día más aéreo. Los negocios siguen ahí abajo, bajo las nubes de conceptos. Las referencias a los recursos personales, productos, ventas y entregas de servicio son cada vez más lejanas. Así es muy difícil aislar tu negocio de los de otros y aterrizarlo.
Pero para eso estamos nosotros. A partir de ahora, teoría y práctica del autogobierno profesional, o cómo hacérselo uno mismo sin conceptos ni ayudas de ningún tipo. No se pierda los próximos capítulos de esta emocionante serie.