Esta es una de esas cándidas preguntas que aparecen con frecuencia en Quora. En este caso ha merecido la respuesta de un jubilado que estuvo en la pomada de los negocios durante unos años y que traducimos aquí libremente.
«Cuando entré en la carrera de ratas empresariales, en 1970, los puestos clave eran para ingenieros y científicos. En el mundo había un montón de personas pobres, desempleadas y sin cualificar y el tema principal de los negocios era cómo satisfacer la demanda de alimentos y comodidades básicas del mercado: limpieza, vestido, transporte. Casi todos los países estaban teniendo un crecimiento económico rápido. Las empresas se endeudaban para aumentar capacidad. Las economías nacionales divergían en el tamaño de las empresas. Legiones de start-ups innovadoras y dinámicas, un sólido orden en el escalón intermedio y grandes conglomerados en aumento.
En los 80 el tema cambió. Algunos países agotaron su mano de obra desempleada, subieron los salarios y los ingresos. La preocupación de las empresas pasó a ser la cuota de mercado, cómo vender a precios más altos todo lo que eran capaces de producir. La gente de marketing tomó el poder en los comités de dirección, desalojando a ingenieros y científicos. La innovación nos trajo los productos premium de lujo y la carrera de la calidad. La diversidad empresarial adelgazó, con menos start-ups innovadoras y concentración de corporaciones a base de fusiones y adquisiciones.
En los 90 fue el turno de contables y abogados. Antes asesores, ahora aparecen en la alta dirección en paralelo a la creciente intervención de los políticos en economía para intentar una mayor equidad. Los chicos de los ordenadores tuvieron su oportunidad en el cambio de siglo convertidos en tecnólogos de la información. El tema central de los negocios pasó a ser cómo reducir costes (directivos-contables), retener más beneficios (abogados) y poner ordenadores en la rutina de las empresas (IT).
El nuevo milenio vió la aparición de los «gigantes instantáneos», organizaciones construídas no a partir de una apremiante demanda sino de las apremiantes ideas de algunos pensadores y su salida a bolsa, como Google. El nuevo milenio ha visto reducirse la innovación en los viejos conglomerados, que regidos por «peseteros» están arruinando su capital y morirán a su debido tiempo. Son los asesores financieros los que están haciendo dinero jugando en bolsa. ¿Por cuanto tiempo? Vamos de cabeza a una nueva fase de innovación, con la de los años 60 y 70, no sé en qué campo, podría tener que ver con la ingeniería genética para producir medicinas, alimentos y ropa.
Mi respuesta a la pregunta del título es sencilla, no tengo ni idea. Hemos entrado en la era de la revolución del conocimiento y ese es un mundo totalmente nuevo. Recomendaría tres libros de Alvin Toffler: Future Shock, The Third Wave y Power-shift. Explican los cambios demográficos habidos en el mundo y los que vienen, los aspectos básicos de la revolución del conocimiento y cómo adquirir poder con la utilización del conocimiento. A los jóvenes les invitaría a asumir estos tres puntos:
1 El conocimiento útil no es el que se memoriza sino el que se comprende. Si no eres capaz de explicarlo de forma que lo entienda una abuelita o un niño de 7 años no los has comprendido correctamente.
2 El conocimiento útil nunca se completa. Mi vida ha sido una experiencia de aprendizaje continuo. La tuya lo será mucho más.
3 El conocimiento per se es inútil si no va asociado a necesidades de las personas y estructurado para su satisfacción. Esto quiere decir que tendrás que a explorar estupideces modernas como moda, cocina, Facebook, Twitter, no tanto como para que dominen tu vida sino suficiente para entender cómo funcionan tus mercados.»