En esto del empleo no hay radios comerciales pero si bastante chunda-chunda; a base de repeticiones acabas tarareando melodías y llevando el compás con la rodilla. Con las cosas del comer creíamos que no se puede andar con músicas, pero ya veis. Aquí va un repaso a algunos éxitos recientes.
1 Hay que diferenciarse
Antes todos teníamos nuestra personalidad, también profesional. Ahora resulta que no, que hay que volver a diferenciarse. «¿Nos acemos?», preguntaba uno a otro ante el cartel de la factoría de Aceros de Llodio. Esto es parecido, no hay mucho más que una recomendación. Sólo «hay que». La canción no dice más. En el paquete va incluída la amenaza de no encontrar trabajo. Nadie te podrá demostrar que la amenaza se cumple pero tampoco lo contrario… Entonces ¿qué acemos? ¿Cómo me voy a diferenciar si busco trabajo? ¿No será mejor parecerse lo más posible al perfil de cada anuncio? ¿Qué pasa con las diez características del perfecto empleado? ¿Cada cuánto tiempo puedo cambiar de diferenciación?
2 La diferenciación online sirve para algo
Hay un discurso que defiende tácitamente la independencia entre diferenciación online y mundo real. Hay unos rituales obsesivos para que el cocodrilo que nadie ha visto no aparezca debajo de tu cama: hay que entrar en las redes sociales, hay que completar al 100% el perfil Linkedin, hay que participar activamente, hay que seguir las normas de la etiqueta digital y hay que dar lametones a evangelizadores e influencers. A la diferenciación por el gregarismo. Y todo, por un klout. El exterior de la burbuja, conseguir un trabajo, aumentar las ventas, de eso poco… demostrable.
3 Hay que estar visible para todos
Sal al escaparate, muéstrate. Es la única forma de que te encuentren. Lo ha dicho muy bien Andrés Pérez hace poco: esconderte entre millones no garantiza que te vean. Además, cómo vas a salir al escaparate con esos pelos. Tendrás que peinarte primero.
4 Blogueando se acaba siendo un experto
Un experto en blogs posiblemente, pero también puedes acabar harto o descartado para la que fue tu profesión. Sólo para los acérrimos de Goebbels una tontería mil veces repetida deja de ser una tontería. Para muchos bloguear, un nuevo oficio que hay que entender, es un oficio mataexpertos, al que han contribuido mucho los autodenominados gurus y expertos.
5 El empleo oculto está en las redes
Si es oculto ¿cómo saber dónde está? ¿Por qué no en las empresas, inundadas como están de candidatos espontáneos y de referenciados por sus propios directivos y empleados? Sentarse en las redes a esperar que te llamen o empezar a disparar a desconocidos cuando te urge un trabajo puede ser del género tonto. Quién te dice que no es mejor coger las páginas amarillas o un plano del polígono industrial y buzonear tu CV.
6 El networking se hace fuera del trabajo
Las redes parece que te permiten hacer tabla rasa de tu vida profesional anterior, jugar al marketing personal sin las trabas del producto personal y disfrutar del poder infinito del networking virtual. ¿Y si fuera mentira que los reclutadores se creen lo que aparece en Linkedin y que han dejado de pedir referencias a ex-jefes y ex-compañeros? Siempre quedará la salida de gritar que el trabajo sólo se consigue con enchufes.
7 Encontrar trabajo es una cuestión de perseverancia
Si la montaña no viene a ti tendrás que ir tú a la montaña. Perseverar en lo mismo o en lo tuyo puede ser un error grave hoy día. Gestionar el trabajo pasa por adaptar la oferta personal a las demandas de tu mercado en cada momento. Y ¿si el trabajo de buscar trabajo fuera esto?
8 Encontrar trabajo es una cuestión de marketing
Lo que es cierto es que los especialistas de marketing hacen más ruido ahora que los especialistas en desarrollo profesional. Llevamos un porrón de años, toda la era industrial, donde el marketing personal hasta podía ser un obstáculo para encontrar trabajo en una cadena de producción. Ahora en un mismo barrio puedes encontrar empresas de la era industrial, y de la tecnológica, de la del conocimiento, y hasta de la del flux. Recomendable mirar qué carta meter en cada buzón ¿producto sin marketing? ¿con poco? ¿con mucho marketing? ¿marketing sin producto?
9 El empleo estable y digno existe
Como el cocodrilo debajo de la cama, nadie lo ha visto últimamente, pero existe. También da lugar a rituales inútiles, promesas, peticiones, más en campañas electorales y sindicales, claro que cada vez con menos tirón popular, que donde esté un buen cocodrilo… Y es una pena, las campañas y los cocodrilos, porque intentar estabilizar y dignificar tu empleo real es uno de los empeños personales más loables y más rentables tanto para tu desarrollo profesional como para tu marketing. Hermosa frase ¿eh?
10 -40 principales
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Publicada originalmente el 28/03/2012
Al final la historia se repite y cuando por fin aprendemos a decir «FLINN» resulta que se dice «PINÍCOLA».
Lo que no cambia es que hay que tragare el NODO…
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Al final, cuando por fin aprendes a decir «Flin» van y te dicen que ahora se llama «Pinícola»
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