Todo lo que se lee en la web tiene algo de información y algo de marketing y lo que acabamos de leer lo cumple al pie de la letra. El trabajo freelance de toda la vida cuando no encuentras la nómina protectora se puede revender como sharing economy u open talent y queda tan moderno.

Es el caso de Skillbridge, un portal que habla de sharing economy aplicada a los trabajos con corbata y que intenta casar oferta y demanda de consultores, con argumentos como precios más asequibles que los escandalosos honorarios, dice Skillbridge, de las grandes casas, McKinsey, Bain, BCG y hermanas. Efectivamente debajo de ellas y sus tarifas estamos todos, que todos somos consultores mientras no se demuestre lo contrario.

Para orientarse en ese río tan revuelto y ayudar a elegir el consultor más adecuado SkillBridge utiliza un rating interno y selecciona hands-on, a mano, los más adecuados y disponibles. Además, la autoselección: los consultores pueden ver una completa definición de cada proyecto o trabajo, el contexto del cliente, su necesidad y los entregables. Actúa además como garante de la calidad del servicio, reteniendo los honorarios del cliente hasta que no se entrega lo pactado.

Lo dicho, trabajo freelance, es lo que hay. Que Skillbridge sea el Uber de las grandes consultoras está por ver aunque no hay que descartarlo. Parece que la revolución digital del trabajo no va a dejar títere con cabeza, ni siquiera lo que creíamos instituciones intocables de nuestra vieja economía, banca, abogados, mckinseys…