Manuel Díaz Aledo ha planteado este apasionante tema en el grupo Directivos de España de Linkedin: ¿Está superado ya el curriculum vitae, en la forma habitual que se emplea en la búsqueda de trabajo, o sigue siendo elemento fundamental? ¿Otras alternativas?
A nosotros se nos ocurre que tenemos una afección enfermiza al CV, más los candidatos que los reclutadores. Pero el problema no es el formato, es el contenido.
Dos folios dan para mucho, listar títulos y condecoraciones, mostrar lo grande que tienes la experiencia, y muchas otras formas de exhibicionismo para un diálogo de sordos con el empleador. También se puede vender una propuesta de servicios: sólo eso, aunque en la parte superior ponga CV. Se puede mostrar al empleador que entiendes su necesidad puntual, tu experiencia creíble y qué solución le propones pretendidamente diferente o mejor que la del montón de CVs con los que compites. Si no te cabe todo en dos folios, se lo repartes en una carta de presentación y un enlace a un blog, por ejemplo, donde cabe todo. ¿CV? ¿Propuesta comercial? ¿Nos vamos a pegar por el nombre? Se trata de llegar al ‘dolor’ del empleador, no de ganar ningún concurso de méritos. Así que, a tu pregunta, Manuel, el CV relicario lleva muerto mucho tiempo; lo que está muy vivo, más que nunca, que vienen muchos detrás, es la venta de servicios personales, y para eso, el formato ¿qué mas da?
El tema da para mucho y no ha hecho más que empezar así que ahí o aquí os leemos.