Lo de la marca personal es un concepto irrefutable, ni se puede atacar ni defender porque no tiene sustancia, es un adjetivo al que le han robado el sustantivo. El concepto te deja un poso doblemente ético, recuerda a E.T., «sed buenos» y a otro que por decirlo le crucificaron. Mirado por ahí puede enganchar. Pero despista el aire de campaña de lanzamiento, con fanfarrias, confetti, neones, platillos, etc. que rodea a un concepto… tan viejo. ¿Estaría enfermo el autor el día que explicaban en la escuela que ‘persona’ desde la antigua Grecia ya incluye la actuación, el teatro y la marca? Estará sordo también, ¿no le suena personalidad, identidad, reputación, fama, prestigio y similares restos del pasado? ¿Nos quiere vender en Castilla el castillo de Disneyworld alguien que no ha estado nunca aquí? Si no te gusta tu pasado, invéntate otro. Oiga, eso ¿es una invitación universal a la esquizofrenia?
Concepto tan ruidoso pero sin asas estaba condenado a múltiples interpretaciones. La marca personal es algo que se vende en peluquerías. La venden algunos expertos de Barcelona en 15 sesiones, otros en 6 pasos, otros con 3 claves. Se organizan eventos con facilidades para los que «están creando marca», expresión que se refiere a los infelices que retuitean lo que todo el mundo puede ver al mismo tiempo en televisión por Internet. ¿Reir o llorar? Llorar, definitivamente.
Te venden que la marca personal consigue empleo. A nadie sorprende la repetición literal de mensajes. ¿Alguien los lee? ¿Se puede demostrar que una entelequia fue la razón de una contratación? ¿Las marcas no serían más caras que los productos blancos? Si te marcas ¿no limitas tus posibilidades de encontrar trabajo? ¿Los empleadores contratan a personas con marca? ¿Que un concepto gaseoso ha cuajado entre empresarios?
Te venden que la marca personal es cuento online. Consiste en tener un blog y estar en Linkedin y Twitter. Que puedes convertirte en un experto sin necesidad de experiencia, desde el paro, sólo con copiar y pegar contenidos de otros. ¿Tan fácil? Sí, esto sí es así. En varios días te habrás convertido en un experto en marca personal, en la de los demás, en cómo crearla, serás otro experto más en un campo donde sólo hay expertos.
Buenas a los dos. En realidad creo que los que creemos en esto de la Marca Personal siempre lo hemos visto como algo completo y con muchos elementos. Yo siempre suelo decir que una marca no es el resultado de un departamento sino de lo que hace una empresa, o en este caso, una persona.
Guillem, Jordi y toda la gente de Soymimarca siempre hemos compartido esa visión global. El problema ha surgido cuando se han multiplicado aquellos que han considerado la parte como el todo o algo peor, aquellos que han vendido Marca Personal sin nada dentro.
La cuestión es si hay que seguir aferrándose a un término o seguir trabajando en un método útil independientemente del nombre que se le ponga. Yo creo que hay que vender los resultados, no las etiquetas. Y creo que si hay alguien a quien le da más pena todo esto es a mi, pero la vida sigue y las lecciones se aprenden. Lo importante es siempre ir un paso por delante.
Un abrazo
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Resultados, eso es. Los que nos movemos en el asesoramiento para el trabajo estamos urgidos por los resultados. Para ir al grano podemos ir derecho o pasando por todos los pajares, si hay resultados. Nuestra experiencia nos está llevando a poner el producto delante del marketing y no al revés. Aquí muy cerca lo podéis ver. http://wp.me/p8xZ4-3J7. Saludos.
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Estoy muy de acuerdo con vuestra visión de la marca personal, que coincide plenamente con la llegada al mercado de centenares de farsantes que roban el vocablo para prostituirlo, al igual que en su día pasó con el coaching. Yo trabajo en una consultora especializada en personal branding, y cada día maldigo la superficialidad y vanalidad que se está dando al concepto de marca personal. Aparecen tipos que creen saber cómo se hace un perfil en Linkedin y ya se denominan expertos en marca personal.
Afortunadamente, las empresas serias y los profesionales serios saben separar el grano de la paja, y no puedo quejarme, las cosas podrían ir mejor pero van bien.
Todo esto nace cuando un tipo llamado Tom Peters plantea que una persona -en su carrera profesional- pueda utilizar estrategias propias de una empresa. Ese es el origen del personal branding, y ser fiel a esa idea nos ha hecho crecer. Los que venden paja seguirán haciéndolo, cada día más. El mercado está lleno de charlatanes y multiniveles, pero afortunadamente no llegarán a arrancar más que algunos euros a los desprevenidos crédulos que no investiguen quién es quién.
Leí el artículo del buen amigo Andrés, y creo que lo que trata es de salirse de un nombre, pero no del concepto. La empresa de la que soy socio, Soymimarca, ha conseguido convertirse en referente, pero no gracias a utilizar 1.000 veces la noción de marca personal, sino a los clientes, amigos, escuelas de negocio que han descubierto que el personal branding, en su esencia, es un camino estratégico para llegar a objetivos profesionales muy concretos. Andrés es un referente y lo seguirá siendo, pero necesita crear una marca propia para distinguirse de la charlatanería. Estoy seguro que lo conseguirá, al menos yo le ayudaré con toda mis fuerzas.
Un abrazo!
Guillem
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Efectivamente, Guillem, en el trabajo bien hecho, ahí deberíamos coincidir todos. Un abrazo
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Precisamos, no abandona la marca personal, sino que la sitúa dentro del YO S.A., que es como devolver el sustantivo al adjetivo. Buena noticia.
@marketingdmarca @McCormickyAs #brandingpersonal debe formar parte de algo más grande. Las empresas (ni YO S.A.) no viven sólo de la marca
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