Casi lo explicaba así el otro día la directora comercial de una agencia de reclutamiento, ETT más que nada. Por una vez el discurso comercial casi baja a tierra. Una petición de auxilio en forma de recomendaciones a los buscadores. Miren, los CVs se nos caen de la mesa y del e-mail. Nos los envían a ciegas. Con los plazos que trabajamos y la plantilla que disponemos no podemos hacer otra cosa que mover papeles, pasamos a las empresas los primeros CVs que vamos encontrando con alguna experiencia, ni base de datos ni Linkedin. Y lo hacemos a mano. Así que, por favor, envíen una solicitud nueva a cada anuncio. Comprendan que no sabemos si nos han enviado su CV anteriormente ni podemos ponernos a confirmarlo. Facilitennos la criba, adapten su CV a lo que buscamos, por lo menos señalen en negrilla en la carta de presentación lo que han hecho relacionado con el puesto a cubrir. No decía que lo lleváramos en mano a la oficina, pero es para pensárselo. Al encargado del proceso, para que te conozca en persona, o a la persona de recepción, con una sonrisa, para que se lo entregue con un «parecía majet@».
El discurso suena muy de ETT pero pensar que por estar en el segmento de profesionales estás a salvo podría ser un grave error. ¿No te suena familiar esta conversación con algún consultor? Envíame el CV; lo tienes en vuestra base de datos; (qué base de datos ni que…, adáptamelo a este anuncio) envíamelo directamente, por favor; te lo envié cuando salió el anuncio; no te importaría pasármelo otra vez; no, claro que no. También hemos oído otras: Hola, que me presenté a un proceso hace dos meses y quería saber si está cerrado; pues no, pásame el CV otra vez y le hecho un vistazo. Se lo echó, lo mandó a entrevista y le contrataron. Son interesantes oportunidades que no hay que descartar cuando se trabaja con personas.
Cuando hay máquinas interpuestas, sea base de datos o software de selección, es distinto. De hecho las máquinas no se llevan bien con el reclutador ni con el candidato. La selección siempre es un asunto entre personas. El primer interesado en que tu CV se adapte a la oferta es el consultor. Le va en ello sus objetivos y su bonus. Pero la base de datos no puede reescribir tu CV. Tú sí puedes. Porque resulta que el software de selección no selecciona como debería. Rechaza al presidente de la empresa. Deja fuera a casi todos los mejores. Hay movimientos para crear una asociación de víctimas de Taleo, el software que habréis sufrido los que aspiráis a trabajar en multinacionales, martiriza en la entrada de datos y se los traga, no los criba. Víctimas son todos, los candidatos, los reclutadores eliminados y los supervivientes, a los que entorpece. Taleo y sus hermanos están convirtiendo la búsqueda de trabajo en una gimkhana para sortear el software y llegar directamente al gestor del proceso que, no lo descartes, igual te espera con los brazos abiertos.
Mira tú por dónde puede entrar la colaboración en un ecosistema tan competitivo como la búsqueda de trabajo. Ayúdales a que te ayuden. No esperes que te seleccionen; selecciónate tú. Primero, autoselección, no te presentes por si acaso o para ver qué pasa; si no cumples los requisitos básicos de experiencia estás haciendo spam. Que luego vayas como candidato de relleno, competitivo o finalista depende de dónde te pongas el listón tú mismo. Segundo, adaptación, personaliza tu CV a la oferta, investiga la empresa, detalla la experiencia y resultados en actividades similares a la ofertada. Tercero, llega al responsable del proceso, surfea, para eso están Linkedin y Google, no te pierdas en el sistema. ¿Lo coges? Si tienes dudas, estamos aquí arriba en la pestaña contacto. Somos de lo más colaboradores en este ecosistema.
La superilustración es de Sara Tyson.