Por Lucía Rodríguez. Su Linkedin.
26 de Junio de 2.010. Me llaman de RRHH y un coordinador me acompaña. Mal asunto. Llego al despacho y me comunican mi despido. No soy la primera ni la última. Desde hace 2 años están despidiendo casi todos los viernes a unas 5 personas. Recojo mis pertenencias y me marcho. Me despiden mis compañeros, algunos incluso llorando. Me acompañan hasta mi coche, salgo y ya fuera del edificio, me derrumbo y lloro. Desesperación por la injusticia.
Tranquila, arranco y me voy a casa. Entro en las redes sociales y comunico a todos mi despido, cuanto antes se sepa, mejor. Pongo en marcha todos los mecanismos necesarios para que mis contactos más cercanos se pongan manos a la obra. Me llaman de una empresa especialista en este tipo de situaciones, Atesora. Jorge me habla y me tranquiliza. En este momento, me doy cuenta de todo lo que sé. Caigo en cosas que no había pensado antes. Inicio ese mismo día, esa misma tarde, mi plan de ataque. Tengo dos opciones, llorar o aprovechar la oportunidad que se me está brindando, y tomo la segunda. Estoy sola, mi familia está de vacaciones, esto hace que pueda meditar más fríamente mi situación. Inicio un programa de 2 meses de transición, impresionante, refuerzo todas aquellas cosas que en algún momento me habían flaqueado o que la misma empresa me había hecho flaquear. Me voy de vacaciones a Marruecos pues sé que a la vuelta me espera mi gran aventura: reinventarme.
Al regresar, en el mes de octubre, encuentro un curso de programación, impartido en el CFP Juan XXIII de Alcorcón, también otro de base de datos. Lamentablemente, en el de programación, no quedan plazas y me incluyen en el de base de datos, pero, la fortuna se pone de mi lado y un alumno se da de baja. Empiezo mi primer curso de programación. Tanto mis compañeros como mi profesor, Jaime Ramos, me ayudan. Es una tarea difícil. Escenario: 44 años y en paro. Una presión añadida. Mientras estoy realizando este curso, recibo un email de la Academia Microforum para una entrevista para un curso de Java J2EE. El 28 de diciembre a las 10 de la mañana me presento. David Vegas, de selección de personal, me entrevista. Hago un examen de conocimientos (afortunadamente, mucho lo estaba estudiando en ese momento). Al cabo de una semana recibo un correo en el que se me comunica que he sido admitida. ¡Qué alegría! y que miedo, no sé nada de programación, solo tengo unos conocimientos básicos, muy básicos, por mi cabeza pasan miles de pensamientos, en el que sobresale uno: Si te han seleccionado, es que puedes.
Y así, termino un curso de 3 meses y empiezo el siguiente. Tengo mucho que estudiar, me veo obligada a darme de baja en la Escuela de Idiomas, estaba estudiando alemán, y coinciden en horario. Soy la única sin experiencia, pero vuelvo a contar con el apoyo de mis compañeros y de mi profesor Javier Díaz, todos ven mucho mérito en lo que estoy haciendo. Durante el curso, descubro muchas cosas, muchos lenguajes, de todo un poco y veo todo lo que me falta por aprender, así que, al terminar, comienzo una tanda de cursos complementarios…. Dreamweaver, UML… mientras realizo unas prácticas en la empresa de mi profesor Javier. Al terminarlas, a través de un anuncio, entro a trabajar en una empresa para programar en Java el Robot de Lego. Sin embargo, al tener que compaginar esta función con la de dependienta, noto que tengo que seguir consolidando conocimientos, o los pierdo. Hablo con mi jefe quien entiende mi situación. Vuelvo al paro.
En Microforum se enteran de esta situación y empiezo un nuevo curso, esta vez de “.Net”. Mi profesor, vuelve a ser Javier. Su empresa tiene proyectos y me dice si quiero hacer prácticas como analista… ¡Perfecto! Y allí me veis, con mi agenda reunida con el cliente. Ellos sin saber que era mi primera inclusión en el mundo del análisis y yo, segura de mis conocimientos, tanto del sector (Banca y Seguros) como informáticos. Y así, me pasé todo el mes de agosto, programando con mi profesor y aprendiendo. Oracle, Drools, Hibernate… Mucha información llegando a mi cerebro ¡!. Entremedias, en el mes de Julio, recibo una llamada de mi profesor Jaime, para decirme que ha salido una nueva titulación de FP: Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma, y que me va a gustar mucho conociendo mi perfil. Y, ni corta ni perezosa, me matriculo. En octubre de 2.011 “vuelvo al Instituto”.
En este intervalo, me llama una consultora, me presenta a una empresa y engaña sobre mi experiencia. En la entrevista se destapa, porque yo no miento. La empresa necesitaba personal con más experiencia. La consultora me llama enfadadísima y me dice:”Te hubieran cogido. Eres tan tonta que no sabes ni mentir”.
Otra vez con los apuntes, clases, exámenes…Pero ahora las cosas han cambiado, estoy allí porque yo quiero, porque es lo que quiero estudiar, es la profesión que quiero elegir. Mientras estudio, hablo con Microforum, con David y le pregunto si tienen algún curso de Java, pues necesito refuerzos. Asimismo, en el mes de julio de este año, se me terminaba el paro. El miedo estaba empezando a hacer su entrada en escena. Tengo suerte y si, hay un curso, que empiezo a hacer en enero, de Java J2EE y JDBC con Julio Arranz. Y así, entre enero y marzo, compagino por las mañanas de 8 a 3 Java y por las tardes de 3:30 a 9:30 el ciclo superior. Al terminar en marzo el curso, veo que tengo la posibilidad de realizar un nuevo curso de Java JSE y de Android, los sábados de 8:00 a 3:00, también en Microforum con Julio Arranz nuevamente…
A nivel familiar surgen incidencias, tienes obligaciones, fallece mi padrino tras una enfermedad muy dura, etc.… Digo esto, porque no siempre he tenido todo el tiempo que requerían mis estudios…
Y llega mayo. A través de Microforum realizo muchas entrevistas, pero mi edad y sin experiencia… difícil se presenta la cosa. Me echan para atrás sin ni siquiera recibirme. Pero yo no quiero cambiar mi CV, no tengo experiencia e inventármela puede suponer tirar por el suelo todo mi esfuerzo, ya de 2 años. Pero en una de ellas, IBERMATICA, me reciben, y esa misma mañana, al salir de la entrevista, me dicen que me incorporo el día 4 de junio. Me tuve que ir al lavabo a llorar, esta vez de alegría, tenia una explosión de sentimientos inmensa, por un lado, emoción, alegría, pero por otro, miedo, mucho miedo, entre otras cosas, porque…. Ese es un secreto que me guardo para mi sola, pero que es, quizás el mayor logro porque quizás no ha sido la primera entrevista que yo he realizado en esta empresa…
Y aquí me tenéis, dos meses llevo ya. Me esta costando mucho, pero estoy en ello, no pierdo la ilusión e intento, como una esponja, absorber todo lo que pueda, entender la lógica de negocio, con la verdad por delante, que creo que te abre muchas puertas.
Mi conclusión, la vida es como aprender a montar en bicicleta. Si cuando te caes no te levantas o te dejas convencer de tu torpeza, nunca aprenderás. Sin embargo, si te levantas, le pones amor propio y vuelves a subir, una y otra vez, aunque se te llene el cuerpo de cardenales, al final lo conseguirás. Los cardenales se curan, y la satisfacción de tu éxito, te dura toda la vida.
Mi reto acaba de comenzar, es ahora, día a día, cuando estoy probando mi nueva vida, estoy contenta, muy contenta. Algún cardenal me queda por caer. Pero merece la pena. Han sido dos años estudiando muchas horas, aprendiendo todo cosas nuevas que me han enriquecido. Tengo una colección de títulos para llenar una pared, cada uno de ellos es una tirita que cura aquella herida del despido que ya cicatrizó. Ahora me voy todas las noches a la cama satisfecha conmigo misma, sabiendo que he tomado la decisión correcta, que, entre otras muchas cosas, ha hecho que se me solicite contar mi historia como ejemplo.
¿Reinventarse? Por supuesto. Apostar por ti mismo, es la mejor decisión que puedes tomar.
Si te reinventas y esto pretende ser una inyección de buena moral, pero la suerte a querido estar contigo y de tu lado. Me despidieron en el año 2007 de un trabajo qe todos estaban encantados y contentos con mi labor de coordinación, hasta qe un día contrataron una de ls muchas personas qe yo acostumbraba a enseñar y me hizo mobbing junto con tres jefazos y uno de ellos de rrhh. Desde entonces arrastro l mala suerte.
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que bonito el país en el que vives! en el mio el que engaña gana y el pasa de cuarenta sobra.
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Lucía, gracias por esta inyección de optimismo. ¡Siempre Juniors!
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