Cuántos
Un colega innovador con blog propio sobre el tema es un tesoro. Si encuentras diez puedes darte con un canto en los dientes. Es uno de los lujos de las redes sociales. El verdaderamente innovador suele contarlo.
Para tendencias en tu sector rebusca contenidos originales entre analistas, revistas electrónicas, consultoras especializadas, empresas a la última… Para no perder las tendencias globales, management, marketing, IT, carrera profesional, etc. sólo tienes que seguir la «inteligencia mundial», que dicen se compone de universidades: HBR, MIT…, consultoras: McKinsey, BCG…, revistas: The Economist, Forbes, Fast Company…, y TED. ¿Cuántos? No seas muy optimista. Los que puedas seguir en una sesión semanal o quincenal de búsqueda, lectura y selección.
Para qué
¿Por qué innovadores y tendencias? Para no caer o salir del adocenamiento. Los buenos colegas o los excelentes te van a recordar lo que hasta ahora no has sido capaz de conseguir. Tu próxima oportunidad es más probable que esté en otro sitio o con un paquete de servicios renovado. Para prepararla es mejor mirar fuera, palpar lo diferente, chocar con diferentes, adoptar otras referencias y coger nuevo impulso, pero empieza ya a configurar tu nuevo catálogo, que lleva tiempo.
¿Y mi camarilla? Las redes sociales han creado la camarilla universal, la inteligencia colectiva, el intercambio «gratuito» de ideas. Si la tuya no se ha disuelto puede ser por los lametones o los beneficios del marketing grupal. Vigila si huele a cártel de mediocridad bajo el título de círculo de excelencia o espabilados 2.0, si es un espejo donde confirmáis que sois los más bellos, si funciona como lobby contra el aire fresco, vigila sus perversiones. Si te corta el vuelo, escapa, pero si te saca de tus casillas, aprovéchala y disfruta los lametones.
2 Tus posibles clientes/empleadores
El segundo paquete de personas a seguir tiene que ver con saber más sobre tus clientes/empleadores. Primero porque tienes que «oírles» en la construcción de tus catálogos. Segundo, porque no sólo el catálogo cuenta, también tu entrega de servicios, la que te van a dejar hacer, tu futura experiencia como usuario, y esa pasa por el ambiente de trabajo allí y sobre todo por tu posible cliente final, tu jefe. Resulta que no todos pueden ser tus clientes, algunos no te interesan. Estamos hablando de buscarse la vida, no la ruina o cargar con el primero que aparezca. Interesa conocerlos ya y ese sí que es un trabajo a medio plazo.
Murallas de marketing
Las vías menos recomendables para conocer a tus posibles clientes tienen que ver con las redes sociales: seguir al community manager de la empresa o inscribirte en sus comunidades o grupos es como tragarte las notas de prensa, memorizar su web o creerte los rankings de empresas más deseadas. Conocer al cliente no es conocer lo que él quiere que conozcas. La información personal sobre las empresas es zona tabú en las redes sociales. La colaboración y la conversación todavía no casan con describir con ecuanimidad las empresas por las que pasamos. Las consignas del mercado laboral protegen a las empresas: no criticar a los empleadores antiguos en las entrevistas, salir sin dar el portazo es lo más inteligente aunque te hayan botado, pervive el miedo a las listas negras. Los headhunters, que podrían tener información real, se deben a las empresas, no a los candidatos. Los consultores de carrera, que nos debemos a los candidatos, son percibidos como caros. Eso sí, desahogos anónimos y viscerales post-conflicto, los que quieras, (anti)marketing casi puro.
¿Dónde está la información, entonces? Google te puede echar una mano pero mucha de la información que buscas no es publicable, la tienen ex-directivos y ex-empleados, directivos y empleados que sí están en las redes. ¿Por qué te la van a entregar a tí? Todo empieza por seguirlos y seleccionarlos, más que por la cantidad y calidad de información que revelan, que también, por la actitud hacia la crítica constructiva y su aparente independencia. Nuestra respuesta, aunque ya está esbozada, pasa por otro rodeo.
3. Tu marketing
A las redes, como hemos visto, puedes ir a ser tu mismo o a dejar de serlo, al marketing personal por petición, por lametón, por repetición, por reciprocidad, por inundación o visibilidad cada 5 minutos, por pena, y a lo que te dé la gana, todas estrategias válidas para aumentar gratuitamente el tráfico de las redes y su facturación. Otra cosa es que a las redes vayas a buscar una nómina. ¿No te parece extraño el pacto de silencio sobre Atún claro Calvo – Atún tun turún (Piltrafilla)«>el piltrafilla de Calvo? Ningún comercial o stakeholder del marketing social te lo recordará. Pero nosotros sí queremos llamarte la atención sobre la diferencia entre popularidad y nómina y el declive de la norma de reciprocidad.
Marketing por innovación
Para nosotros que entre el seguir y el ser seguido en las redes se abre una opción, nada inmediata y requiere esfuerzo, que es el marketing por innovación, que empieza siguiendo a los innovadores, toma nota pero no copia ni repite, ni siquiera el discurso de Steve Jobs en Standford, elabora un discurso y una estrategia propios, con un catálogo de servicios innovador y bien ajustado a clientes posibles que se ha ocupado de investigar antes para asegurar el éxito de la entrega. Es como dejar de ser un piltrafilla sin tener que esperar a la marea. Y así te siguen y te llaman, seguro. No podemos alargarnos más que tenemos clientes esperando para explicarles esto mismo. Llámanos si algo no te ha quedado claro.
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