Hablar de contactos todavía revuelve un montón de prejuicios sobre la cultura de lo fácil, los jetas que siempren existirán, el uso fraudulento de los méritos de otros, más bar que trabajo, tener contactos o aparentarlo, pero se extiende ampliamente la idea de que la solución a tu desempleo puede venir vía contactos. A lo mejor no es tan fácil.
Con unos contactos se nace. El que tiene padrino se bautiza y el que no, ajoyagua. Un razonamiento tan casposo puede ser la coartada más fácil para no hacer nada, irse directamente al subsidio o al lamento. Y los bautizados, en entredicho permanente, supervigilados en silencio y obligados a descartar la minusvía personal. Somos así.
Otros contactos te llegan. Contactos o algo parecido. Sólo por tener abierta una cuenta en redes sociales te llegarán social marketers de Arizona, colombianos que te enseñan a ganar dinero sin trabajar, en internet, pelotazos de verdad, esta vez sí, en daytrading, vendedores varios de Barcelona, ninguno del textil… Sólo es cuestión de tiempo que te encuentres con más de mil y un conato de ataque de vanidad pero si el ataque no cuaja lo mejor que puedes hacer es borrarlos o el cacareo sobre asuntos ajenos te dejará sordo.
Otros contactos los haces con un dedo. Añadiendo, siguiendo, agregando también puedes pasar de mil en unas semanas. Una tentación fácil sería ametrallar toda tu lista de contactos digitales con poco más que el ¿tienes algo para mí? Pero cuántos de los que reciban tu disparo a ciegas estarán buscando también, cuántos no tendrán algún contacto más carnal que tú en sus preocupaciones. Espérate toda la solidaridad humana pero no olvides que tu marca te marca y un/a palizas 2.0 sigue siendo un/a palizas. Además, tu eres capaz de apuntar antes de disparar.
Algunos de tus contactos digitales te podrían ‘servir’. Los que contratan, los que intermedian, los contactos de los anteriores… Son muy pocos. Pero merece la pena el esfuerzo de identificarlos. Aquí la casuística se bifurca. Algunos de esos contactos, afortunadamente, ya te conocen, así que tienes la puerta abierta. Algunos, por desgracia, ya te conocen, así que ir pidiendo puede ser poco eficiente si no ofreces algo nuevo e interesante.
Los mejores contactos digitales son siempre los que no se tienen. Dice el discurso oficial que es menos eficiente ir al contacto y esperar la oferta que ir a la oferta y después buscar el contacto. Investigar la empresa y buscar sus profesionales expuestos en redes sociales y los contactos compartidos de éstos cuando la búsqueda ya está en marcha. ¿Cómo no entrarles a ninguno? Pidiendo la recomendación de toda la vida: mira a ver si puedes hacer algo que me hace mucha falta, bla, bla.
Has conseguido iniciar tu proceso de selección antes que los demás y controlarlo. Tienes una oportunidad de convencer al interpuesto de que mereces la pena. No la eches a perder. No pidas, ofrece. No informes, convence. No vayas con fórmulas, sé original. No te enrolles, sé breve. No te exijas, es sólo una entrada a un desconocido y no tienes que dar más que lo mejor de tí mismo. Lo que pase después no lo controlas. Eso sí, no te olvides de dejarnos aquí abajo los mensajes que te han dado buen resultado con desconocidos. Suerte.
Muy buen artículo, como siempre.
A mí, cuando me funciona, que no siempre, suelen ser aquellos mensajes relacionados con lo que mis capacidades y expertez puede hacer por el negocio o el campo de actuación del contacto. La ganancia mutua. Personalizar al máximo las acciones con el conocimiento previo.
Saludos
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