Queridos clientes y posibles: Un grupo de expertos acaba de publicar las Social Media Predictions para 2010 y nosotros aprovechando que el Pisuerga… vamos a avisarte de las Social Media Contradictions con que te vas a enfrentar si decides utilizar estos soportes públicos para tu marketing profesional, con los mejores deseos, fechas obligan, de que se vayan despejando durante el 2010.
Popularidad vs excelencia
El ruido en los medios sociales está dominado por los teóricos del marketing. Mandan el tráfico, la audiencia, el número de seguidores, fans, followers, miembros, suscriptores, comentaristas… palmeros, o sea, la popularidad. De hecho las redes sociales nacieron como un juego de adolescentes para presumir de amigos. En esa guerra te vas a encontrar con Belén Esteban y su claque, y podrás aprender mucho de ellos, por cierto. Igual que en Telecinco, en los medios sociales también existen modelos de negocio personal basados en la monetización de la popularidad y la redifusión del ruido: reanimador de grupo en Xing, una de las ocupaciones más heróicas ¿se puede hacer conversar a un «vendo, vendo, vendo»?, autor de publirreportajes encubiertos de redes, productos y emprendimientos online diversos, invitado a eventos y otros muchos con los que te vas a topar y que sólo revelamos en la modalidad de pago. La tentación de la popularidad y sus mecanismos la vas a tener muy próxima, muy frecuente, te van a restregar lo del posicionamiento SEO, SEM, la etiqueta social de la conversación en la web 2.0… y porque un poco de popularidad no es malo. Pero tú estás en otra guerra ¿no?
Cuanto más definida tienes tu oferta profesional más se aleja tu mercado del de Belén Esteban, la ubicación de tu audiencia (empleadores, reclutadores, analistas…) ha de ser más precisa, el emplazamiento de tu escaparate más trabajado y, con una demanda tan escasa como la actual y una oferta tan abundante, tendrás a tus competidores e intrusos a tu lado y a la vista, más te vale un buen escaparate pero sobre todo un buen producto, o servicio. Que ya va siendo hora de que renueves tu repertorio, reconócelo.
Marketing vs producto
La ilusión o realidad, nos da igual, del marketing, un buen marketing salva a un mal producto o no necesita producto, se intenta colar en el marketing de profesionales, que nos interesa más, tosca y contradictoria. «En las redes sociales hay que estar» A ser posible en todas y en opción de pago. «El CV ha muerto» pero tráelo a mi red. «El trabajo sólo se encuentra por networking y el networking hoy es virtual». ¿Infojobs y Monsters han cerrado? Linkedin y Xing abren sus secciones de ofertas de empleo. Sus grupos se utilizan para publicidad 1.0 y aumentar contactos sin pagar. Para búsqueda directa de candidatos en Linkedin hay que hacer un máster en boolean strings o perder meses. «Viva Belén Esteban». Viva, por supuesto, y viva bien ¿Y mis 20 años de digno ejercicio profesional sin redes? «Utilice los contactos y las recomendaciones. ¿Ha subido ya sus fotos y su Twitter?» Que no me llamo Belén, insisto.
No insistas, querido cliente, la calidad de tu oferta de servicios, y mira que la vas a necesitar, no es asunto de los medios sociales, es tu problema, y nuestro si lo deseas. Tus contenidos ricos, pobres, impactantes o inconsistentes, tus mensajes colaterales, la dificultad de mejorar una imagen ya instalada, el feedback negativo o el silencio… es decir, los riesgos y ventajas de la visibilidad pública son tuyos, no del soporte que elijas. Y no es mala noticia que se esté produciendo una convergencia en casi todos los soportes hacia una mayor flexibilidad para presentar tus contenidos. La disyuntiva Linkedin-Facebook-Twitter-blog está desapareciendo. Ahora lo que escribes en un blog, el formato más flexible, aparece en los otros.
Colaboración vs competencia
Esta es la contradición que peor llevamos. Mira que tenemos fe, esperanza y caridad puestas en la colaboración como posibilidad de los medios sociales. Aunque sólo sea porque se debe trabajar mucho más cómodo en un ambiente de colaboración que en uno de lucha de clases diversas. Pero parece ser que el campanazo de comienzo de la era de la colaboración no ha sonado en el momento oportuno, con 4 millones de candidatos a consultores y/o expertos, o nadie lo ha oído, están buscando clientes en Twitter. ¿Será colaboración lo de las burbujas candorosas y autocomplacientes donde cuatro amiguetes se lanzan el consabido «muy buen post, Fulano» a entradas forzadas, aburridas y alejadas del mundo real? Intercambio de comentarios, caricias y technoratis. El desacuerdo no es elegante, no responde a la etiqueta y levanta ampollas. Y si llega un «buen post, fulano» a tu blog sobre zoología marina con un enlace a una tienda de pinturas, no se publica. ¿Conversación? Algo de ingraciación y contactos. Y repetición, retuiteo, redifusión, ru-í-do. Repetimos, daros una vuelta por los grupos de Linkedin o Xing.
Así que la vida puede ser maravillosa, querido cliente. Si la realidad se acerca al párrafo anterior, que siempre hay que dudarlo, será más fácil triunfar: menos ruido y más nueces. El reclamo de la colaboración no ha terminado con los derechos de los mejores. La conversación sale reforzada con el disentimiento elegante y con argumentos. Los verdaderos socios aparecen cuando hay propuestas coherentes y se deja de buscar contactos ¿Pero es que esto alguna vez ha dejado de ser así? Que no te despisten los medios sociales.
Soluciones a medio plazo para problemas a corto
El discurso más divertido, o más deprimente, de los agentes comerciales de las redes sociales españolas es que para encontrar trabajo ya no sirve el CV sino que tienes que crearte una identidad digital, una marca personal, una red de contactos, constituirte en experto en tu área, etc., todo ello en la opción de pago de su red. Para este viaje no se necesitan esas alforjas. Si yo tuviera todo eso no estaría buscando trabajo. No puedo dedicarme a ello porque necesito encontrar trabajo. El discurso va perdiendo fuerza desde el momento en que Linkedin y Xing han creado sus secciones de ofertas de empleo al estilo Infojobs, una solución a corto para un problema acuciante a corto. Pero nos han tocado la fibra más sensible.
Por supuesto que hay que tener una identidad, una marca, una red, ser un experto en algo, o conocer y cuidar tu oferta de servicios, seguir a tu mercado, tener una estrategia, hacer un marketing consistente, gestionar tu cambio, que es como nosotros parcializamos lo de poner en orden tu vida profesional, que es una tarea muy a medio y largo plazo, permanente y rentable, a la que te animamos, con los medios sociales como soporte fundamental, para que no tengas que estar buscando empleo a corto plazo, urgentemente y cada cierto tiempo.
Ficción vs. realidad
Hasta ahora la participación más generalizada o inicial en los social media es subir el CV a alguna red social profesional, colocarlo junto al de los compañeros y visible para éstos, los jefes, ex-jefes y posibles jefes… Y nuestros conocidos siguen subiendo sus CV’s maquillados: desaparecen empleos que no interesan, se alargan fechas, se inflan puestos, se hurtan funciones o se difuminan bajo generalidades, etc. Se mantiene la ficción del CV tradicional a pesar de que la segregación de audiencias en la red casi desaparece y de que el riesgo de chivatazo asumido con la publicidad se multiplica. No directamente en las redes sociales, que iría contra su modelo de negocio, pero sí offline: los competidores y ex-empleadores te pueden desollar a la primera petición de referencias de un reclutador.
¿Restos del pasado o ignorancia de los nuevos peligros? Sin llegar a los temores apocalípticos del exitoso falso documental “La cara oculta de Facebook”, hay ruidos que incitan a la creación de identidades digitales correctas, centradas, socialmente deseables: las empresas espían a sus trabajadores en los social media, los reclutadores investigan a los candidatos en los social media, fotos de juergas, no en los social media, del torneo de pádel y de barbacoas en el jardin, pase… que conviven con invitaciones a la diferenciación y la diversidad, el branding y la marca.
Ficción centrada o ficción diferenciada. Para ello, en los social media, como en la red en general, hay múltiples facilidades. Hay herramientas multimedia para amañar un título de Ingeniero de Caminos sin haber terminado la FP. Puedes contratar a un escritor profesional de CV’s, tener a alguien que te lleve tu Twitter, utilizar una agencia de social marketing para que te escriban el blog o repliquen artículos de otros, un fotógrafo caro para tu foto oficial, retocarla con Photoshop, comprar bloques de “contactos”, pagar por recomendaciones…
Claro, que esas mismas facilidades las puedes utilizar para jugar a la credibilidad y facilitar al reclutador la decisión de llamarte a entrevista: subiendo tu certificado de vida laboral del INSS a tu blog, con imágenes de títulos académicos “sin raspaduras”, con fotos naturales y recientes hechas por tu pareja, con entrevistas en vídeo en los idiomas que dices que dominas, publicando posts originales, aunque sean a contracorriente, con tus socios o de tus socios en vez de citar su nombre como contacto; hablando de tus pros pero también de alguna de tus debilidades en superación, que enganchan mucho; facilitando al reclutador el acceso a tu información de carrera: centralizada, no en siete redes sociales, depurada, los tuits relevantes, no los 12.345 últimos, documentada en multimedia siempre que sea posible, coherente entre distintos soportes…
En el mercado laboral la misma tensión ficción-realidad es la que se libra entre el vendedor, tú, querido lector con tu oferta, y el comprador, el reclutador en su búsqueda de valor y credibilidad. Y éstos andan muy baqueteados últimamente. ¡Qué tiempos aquellos los del cuasimonopolio de Infojobs! Hasta que no se consolide el mercado de los social media, si es que lo hace, deben buscar en mil redes, millones de tuits, miles de repeticiones en Google… Así que te agradecerán unas migajas de credibilidad e información fácilmente accesible y coherente.
Para ir abreviando, disculpad los que ya estáis habituados a los 140 caracteres, los social media como instrumento de automarketing presentan una oportunidad indiscutible para los que no tienen necesidad de ficción porque son conscientes de que su oferta profesional y capacidades son de valor. Arrasarán. Es además un acto de justicia para aquellos que por timidez no han dejado que el mercado les ponga en el sitio que merecen y han cedido el paso a los artistas de la ficción. Animaros a salir a la vía pública. En la tremenda competencia que caracteriza el mercado laboral vais a dejar fuera de una tacada a los más flojos que vosotros, a los que dormitan en su zona de confort, a los despistados, y a los inexpertos en photoshop. Ayudadnos a confirmar nuestra tesis de que el mejor marketing es un buen producto. No estamos hablando de los mejores. A los mejores no los quieren en ningún sitio. Estamos hablando de los que mejoran.
¿Qué les queda a los que no mejoran? Mejorar. Ser un experto en Photoshop no es una opción sostenible. El mercado laboral no tiene nada de virtual y se ensañará con los mirlos virtuales que resultan pavos reales. ¿Mejorar? Reubicación y desarrollo. Son la munición para la supervivencia. La guerra del cambio de empleo, para los esprinters, o del avance de carrera para los fondistas, no la gana el marketing, que sólo abre la puerta a una entrevista o incluso a una empresa. La guerra continúa el día después y la gana el producto ó servicio real. En el fondo, una cuestión de salud física.
Seguiremos en contacto. Con intención de ser tus socios. Te deseamos que 2010 te sea diferente. Ni se te ocurra pensar que salir de la crisis es volver a donde estabas. Es tener nuevas armas para nuevas crisis. Y si quieres saber más de nuestro enfoque, llámanos. Estamos a tu disposición. Besos y abrazos.
¡Anda! Si estamos de acuerdo, Nacho. Te deseo un útil 2010 y así doblo el número de comentarios. 😉 Otro guiño.
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«muy buen post, McCormick» 😉
Disculpa el guiño. Me he identificado mucho con esta lectura, pues recientemente estoy descubriendo todo este mundillo 2.0 no solo en el ámbito social sino en el laboral, justo en un momento de mi vida que no paro de plantearme la necesidad de un cambio. Por un lado tengo la sensación que puede ser importante trabajarse esa identidad digital y estar a la cabeza de algo que está creciendo rápidamente (aunque no sabemos si se consolidará o se quedará en moda pasajera), por otro lado, reflexiono sobre la importancia del autoconocimiento, saber hacia donde quieres ir y como conseguirlo. Como profesional de rrhh me estoy poniendo al día con el 2.0 (quizá sea una herramienta importante mañana), pero pensando en mí y en poner en orden mi vida profesional (como tú dices), hay que trabajar con uno mismo, su interior y su entorno.
Un saludo.
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