Si lo que esperas es un relato compasivo sobre las desgracias del mileurista y lo malo que está todo no sigas. No va por ahí. Yo caí en el mileurismo después de pasar por el paro una temporada. Como llevaba más de seis meses y no encontraba nada rebajé mi nivel de exigencias y me metí en un empleo de los de teléfono y auriculares. Raspando los 900€, liquidación y vacaciones incluídas, por ett. Contrato de 3 meses y ya veremos.
¡Qué felicidad! De entrada, 2 descubrimientos tranquilizadores. 1, joder qué fácil es encontrar trabajo. Cualquiera puede trabajar de teleoperador. No me voy a morir de hambre. 2, joder cuántos infelices hay como yo. Mal de muchos…, como que te suaviza la amargura del paro. Había niñatos para pagarse el botellón, divorciadas con niños, ex-catedráticos de universidad argentina y universitarios, muchos universitarios. Eso decían, con nostalgia. El trabajo, una mierda. Decir mentiras a otros infelices. A nadie le importaba en realidad que las dijeras bien o mal. Desorganización, improvisación, incentivo cero para hacer bien las cosas, gente que llegaba y se iba. Un trabajo de paso.
No tenía más valor que darte tiempo para seguir enviando CV’s y haciendo entrevistas «en lo tuyo». Pero esto lo comprendí más adelante, con desesperación. Cuando sentí en mis carnes lo que es el mal rollo de los derrotados. Muchos de ellos universitarios. Con un trabajo de paso convertido en crónico. Sin más horizonte que sacarse 25 € más al mes si aceptas ser supervisor de unos compañeros que pasan de todo y para los que pasas a ser el pringao de los 25 €. Joder qué ambiente. Al acecho para pillar al compañero o disfrutar viendo cómo se fustigan entre ellos. 7 horas en el filo de la navaja. Resentimiento y acidez en cantidades industriales. Estoy condenado pero a tí te voy a condenar. Salir agotado de cuidarte la espalda.
También había gente maja, sí, pero de paso. A mi me echaron a los 3 meses, bueno, puede que me echara un compañero con influencia. Pero fue una liberación. Yo podía verme como ellos en unos años si no hacía algo distinto a ellos. Le vi las orejas al lobo del mileurismo mental. Después he vuelto otras veces al mileurismo, es mejor que el paro, pero tengo claro que no acepto empleos alimenticios si no me dejan la mente desocupada y tiempo para seguir buscando trabajo «en lo mío», no devaluarme en «lo mío» y seguir manteniendo la fe en que puedo valer algo más de 1000€.